Querido Guadiana

¡Ya nos vamos!

Casi tres meses recorriendo tus curvas e intentando entenderte en todas tus formas. Empezando con el vortex de “River Rats”, la comunidad de marineros sedentarizados instalados en tus pueblos rivereños, en su mayoría procedentes del norte de Europa. ¿dónde estaban los autóctonos?

Recorrimos tu cauce hacia el norte, hasta Pomarao. “Ah que lindo Pomarao!” dice la canción de Antonio que conocimos allá: “Nao e dificil conhecer a tudo o mondo aquí!”. 28 habitantes, el café de abajo y el café de arriba. Los ingleses robaron las vidas de tus aldeanos, con su mina que ahora es orgullo y principal atractivo local. Nos aficionamos a visitar asiduamente el café de Fátima (el de abajo). Fue un placer ofrecer un concierto a cambio de los momentos compartidos allí… Y como acordamos con ellos, nos llevaremos la Salamandra de fuego de Luce hasta el otro lado del mundo.

Algo más al norte, gracias a los valiosos consejos de Jorge a bordo de La Baleine, subimos hasta el límite navegable para llegar a la arqueoló-mística Mertola… Mertola, nos enseñaste un poco de portugués ¡al fin! Rodeados de pájaros, encontramos a la gente de “PREC”, asociación que está cambiando el mundo plantando árboles de forma sintrópica.

Gracias por las duchas, el museo, los talleres culturales, el cine… ¡y gratis! ojalá todos los servicios públicos fuesen así…

Pasaban los días y nos dimos cuenta que La Ballena iba camino de convertirse en una oveja tras tanto tiempo atracada en puerto, así que nos echamos al agua de nuevo, esta vez río abajo. Qué placer ir y volver al ritmo de tus mareas, descendiendo con la corriente y aprovechando para despedirnos de toda la gente que conocimos en tus orillas…

Rio-frontera. Rio de contrabando. Seguramente pasaste horas aterradoras en épocas de guerra. Eso explicaría porque tus orillas están desnudas de construcciones, hostiles.

¿Porque se fue tu gente? Y ahora ¿dónde están tus jóvenes? ¿Porque dejaste todas tus tierras maravillosas a gente de fuera más acomodada?

No sé si es por los cantos alentejanos que lloran bellamente la vida del pasado, o por los huertas abandonadas forradas de naranjas, limones y almendras, pero tienes aire de “saudade”… que por otro lado, junto con las risas y las lindas arrugas de todos los que conocimos, es un aire mezclado con olor de pastel de nata !

¡Ate logo, hasta luego, rio multifacético!

Lison

PS : Gracias a Ale, campesino multifunción, por la corrección !